Proyecto en Gante, Bélgica

La casa, en palabras de Le Corbusier, debe ser el estuche de la vida. Es el escenario más importante donde vivirla y encontrar la felicidad. En este proyecto, hemos apostado por un interiorismo actual pero con el sabor que aportan las piezas orientales con esencia, por un equilibrio cromático entre luz y materiales, para potenciar una atmósfera sosegada que abrace y reconforte el espacio para vivirlo y ser feliz.